26/01/2018 por CENTRO RESIDENCIAL CORUXO S.L. 0 Comentarios
Enfermedades reumáticas
Síntomas de los problemas reumáticos en las personas mayores. Como combatirlos y los mejores consejos para prevenir el reuma o enfermedad reumática.
¿Sabías que una de cada tres personas sufre de síntomas reumáticos? Sus síntomas varían desde el dolor, la tumefacción o el hinchazón de las articulaciones, así como la limitación de su movilidad que también suele ser bastante frecuente.
Normalmente estos problemas aparecen a medida que aumenta la edad y son prácticamente universales, es decir, que afectan a todas las personas mayores de 75 años, siendo más común en las mujeres que en los hombres. Y el 60% de las personas que padecen alguna enfermedad reumática tiene algún tipo de limitación para llevar a cabo sus actividades habituales.
Por otro lado, cabe destacar que las articulaciones que con mayor frecuencia se ven afectadas son las regiones lumbar y cervical de la columna vertebral, las rodillas, los hombros y las caderas. Éstas son las áreas fundamentales en que la artrosis o “ el desgaste de los huesos” se manifiesta.
La artrosis es la principal causa de incapacidad del anciano y tiene una importante repercusión funcional en articulaciones como la cadera y la rodilla que, cuando están seriamente desgastadas, deben ser intervenidas quirúrgicamente para sustituirlas por prótesis articulares.
Los principales factores de riesgo son: la edad (a mayor edad mayor frecuencia de la enfermedad, mayor gravedad de ésta y mayor posibilidad de múltiples localizaciones articulares); el sexo (sobre todo femenino en cuanto a artrosis de manos y rodillas y el masculino para la artrosis de cadera); la obesidad; la herencia; algunos defectos congénitos de las articulaciones (como en el caso de la cadera); y la sobrecarga física profesional o deportiva.
Consejos para prevenir este trastorno:
Si la enfermedad ya se ha desarrollado el médico aconsejará un tratamiento que habitualmente consiste en aliviar el dolor con analgésicos o antiinflamatorios, fisioterapia y, en los casos más graves, la cirugía con la implantación de una prótesis articular en la articulación dañada.
- Evitar el sobrepeso y la obesidad.
- Conviene cambiar con frecuencia de postura, no mantener por mucho tiempo la misma, y descansar.
- Evitar cargar excesivo de peso e intentar repartirlo siempre de forma equitativa en los dos brazos.
- Practicar actividad física no violenta de forma regular.
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