14/03/2018 por CENTRO RESIDENCIAL CORUXO S.L. 0 Comentarios
¿Piernas cansadas? Ponle solución.
¿Cómo combatir el dolor de piernas?
La sensación de piernas cansadas o pesadas se debe a una mala circulación de la sangre, que suele venir acompañada de hormigueos, calambres y, en el peor de los casos, dolor.
Causas principales:
- Sedentarismo. Todos hemos sentido pesadez o hinchazón después de un viaje largo, por lo que los expertos recomiendan levantarse con frecuencia y moverse. Pues en el día a día, sucede lo mismo.
- Determinada medicación. La ingesta de medicamentos antihipertensivos, antidepresivos, hormonales y antiinflamatorios pueden tener efectos secundarios y generar problemas de circulación.
- Una mala alimentación, con un consumo excesivo de grasas y sal.
- Relacionado con el punto anterior, obesidad: cuanto mayor es el peso que las piernas deben sostener, mayor es la posibilidad de que se hinchen.
- Malas posturas y un calzado inadecuado también pueden afectar.
- El exceso de calor, que dilata los vasos sanguíneos y ralentiza la circulación, lo que provoca la acumulación de líquidos y la aparición de la sensación de piernas cansadas.
Si bien padecer de piernas cansadas no es un riesgo para la salud, lo cierto es que disminuye la calidad de vida. Además, un empeoramiento de los síntomas favorece la aparición de varices y lesiones cutáneas, como arañas vasculares, e incluso celulitis.
Para combatir este problema, lo primero que hay que hacer es adoptar hábitos de vida saludables, como la práctica de ejercicio y una dieta equilibrada. Además, existen cremas y tratamientos farmacológicos que mejoran la circulación.
Por eso, es importante tener en cuenta los siguientes consejos para prevenir las piernas cansadas. Medidas que también resultan de gran utilidad cuando ya han aparecido los síntomas.
Una buena alimentación:
Reduce considerablemente el consumo de sal, harinas refinadas, bebidas con gas y azucaradas, porque favorecen la retención de líquidos y contribuyen a la mala circulación. Apuesta por las ensaladas, frutas y verduras, así como todos aquellos alimentos ricos en fibra.
Mantén tu cuerpo hidratado con agua, zumos o batidos naturales sin azúcares añadidos.
Procura caminar a diario, nadar, montar en bicicleta o hacer senderismo. Pero, sobre todo, mantén una vida activa. Practicar pilates o yoga también es muy saludable. Evita, por el contrario, realizar pesas en las piernas o hacer esfuerzos excesivos.
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